-La magistrada Army Ferreira, coordinadora de la comisión organizadora de la participación de esta alta corte en la XXVI Feria Internacional del Libro Santo Domingo, destacó la importancia del derecho la propiedad intelectual para la libre expresión de las personas -Los expertos hablaron durante el panel «El derecho fundamental a la propiedad intelectual», que formó parte de las actividades del Tribunal Constitucional en la FILSD 2024, y estuvo moderado por el magistrado Amaury A. Reyes Torres
SANTO DOMINGO. Como parte de sus actividades en la XXVI Feria Internacional del Libro Santo Domingo (FILSD) 2024, el Tribunal Constitucional (TC) llevó a cabo el panel «El derecho fundamental a la propiedad intelectual», en el que expertos en la materia destacaron la importancia de garantizar este derecho consagrado en la Constitución.
Al pronunciar las palabras de bienvenida, la magistrada Army Ferreira, coordinadora de la comisión organizadora de la participación del TC en la feria, indicó que el derecho a la propiedad intelectual consagrado en el artículo 52 de la Constitución es especialísimo, ya que está estrechamente relacionado con la dignidad del ser humano, además de que permite a las personas expresarse y poner en práctica sus dones y talentos.
«Para mí, el derecho a la propiedad intelectual es un derecho maravilla… Incluso en el momento en que a usted se le restringe su derecho a la libertad, nada ni nadie puede impedir que usted ejerza su derecho a crear e, inclusive después de su muerte, todas las prerrogativas que nacen de esa obra que usted crea, no mueren cuando usted fallece, sino que subsisten más allá», expresó.
La magistrada Ferreira afirmó que, en su misión de fomentar la difusión de los derechos fundamentales, el TC organizó este panel para conocer de manera más profunda cómo el Estado dominicano, a través de organizaciones públicas, garantiza a los creadores la protección efectiva de este derecho, para así dar cumplimiento a los mandatos de la carta magna.
El conversatorio estuvo moderado por el magistrado Amaury A. Reyes Torres, juez del TC, y contó con la participación de la presidenta de la Asociación Dominicana de Propiedad Intelectual (Adopi), Lilly Acevedo Gómez; la encargada de Proyectos de la Oficina Nacional de la Propiedad Industrial (Onapi), Lisibell Cordero González, y el director de la Oficina Nacional de Derecho de Autor (ONDA), José Rubén Gonell Cosme.
Participaron también como panelistas el artista Pochy Familia, representante de la Sociedad Dominicana de Artistas Intérpretes y Ejecutantes (Sodaie), y el compositor Héctor Peña, quien habló por la Sociedad General de Autores, Compositores y Editores Dominicanos de Música (Sgacedom).
En su intervención, Lilly Acevedo Gómez afirmó que todo lo que nos rodea está permeado de propiedad intelectual, desde una canción hasta una camiseta. Destacó que este derecho debe protegerse, ya que es una manifestación de la individualidad de las personas, que mejora sus vidas, tanto a nivel cultural como económico.
Sobre este tema, Lisibell Cordero González precisó que para Onapi es importante fomentar una cultura de innovación, por lo que han puesto en marcha el proyecto Campamento Verano Innovador, que busca fomentar en los jóvenes de bachiller el estudio de las carreras de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, a través de las cuales el país puede seguir desarrollándose industrialmente. Por otro lado, resaltó que en los últimos años ha aumentado el número de registros de nombres comerciales, lo que se traduce en crecimiento económico.
Al ser preguntado sobre las funciones de la ONDA, José Rubén Gonell Cosme explicó que esta institución se encarga de tutelar todo lo relacionado con el derecho de autor y derechos conexos (artistas intérpretes y arreglistas, entre otros), y que recibe para su registro diversos tipos de obras.
Desde otra óptica de este tema, Pochy Familia abogó para que el Proyecto de Ley de Registro Único de Artistas, depositado en el Congreso, sea convertido en una normativa y poder regular a los cientos de artistas que hay en el país, muchos de los cuales no cuentan en su vejez con una protección de salud y tampoco pueden sustentarse económicamente.
De su lado, Héctor Peña destacó el trabajo que realiza la Sgacedom, que durante 35 años ha velado por los derechos morales y patrimoniales de los autores. Precisó que la entidad, que pertenece a la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), está facultada para otorgar o negar licencias a quienes utilicen obras musicales y realizar cobros por este derecho.
Al final de la actividad, a la que asistieron fiscales, maestros, estudiantes y servidores constitucionales, el artista Miguel Braho interpretó la canción «El amor no tiene lógica».
La comisión organizadora de las actividades que realiza el TC en la FILSD 2024 está integrada por la magistrada Army Ferreira, quien la coordina, y los magistrados María del Carmen Santana de Cabrera y José Alejandro Vargas Guerrero.